Actualmente más médicos, nutriólogos, terapeutas y profesionales de la salud están convencidos que la práctica de la meditación, junto a una dieta adecuada y ejercicio físico, pueden mejorar la salud, la calidad de vida y el bienestar general de las personas.
Durante siglos, las personas han usado la meditación como una forma para lograr la armonía interior. Las principales religiones del mundo, como el budismo, el hinduismo, el islamismo y el cristianismo, han practicado la meditación como un medio para alcanzar la iluminación espiritual.
Se sabe que la meditación relaja, mejora la concentración, aumenta la autoconciencia, ayuda a combatir el estrés y da fuerzas para afrontar los problemas. La meditación también favorece nuestras relaciones con los demás. Mucha gente que medita ha logrado superar la depresión, la adicción a las drogas, la cafeína o el alcohol. Podemos decir que la meditación mejora nuestro bienestar físico, mental y espiritual.
Es indudable que la capacidad mental para analizar, discriminar, planificar y comunicarnos ha construido la vida moderna; sin embargo, la mente puede ser un arma de doble filo, pues así como nos ayuda a razonar y a pensar de forma creativa, si no aprendemos a desconectarla nos puede generar conflicto, preocupación y angustia. La meditación ayuda a silenciar el “parloteo” mental y nos ayuda a conectar con el sentir del corazón, dándonos un sentimiento de armonía, paz y bienestar.
La meditación nos ayuda a pensar con mayor claridad, así como nos ayuda a mejorar nuestros niveles de energía para trabajar con mayor eficiencia y menor cansancio. La meditación nos ayuda a relajarnos y alejarnos de las situaciones estresantes, nos ayuda a adquirir más control sobre nuestra mente y no identificarnos con las emociones negativas. La meditación nos ayuda a conocernos a sí mismos y nos ayuda a enfrentar las situaciones que se nos presentan.
La meditación mejora nuestra calidad de vida y nos hace más felices y la relajación que nos proporciona nos ayuda a mejorar nuestra salud física, emocional y mental.
La mente tiene el poder de actuar sobre el cuerpo. Pensar en una situación estresante provoca reacciones adversas en nuestro organismo; al contrario, pensar en algo positivo fomenta la producción de “hormonas del bienestar”. No debemos subestimar el poder de la mente para producir cambios en nuestro cuerpo, así como las emociones y sentimientos. Cultiva siempre la alegría de vivir y piensa y siente lo mejor de tí mismo y de los demás. La meditación mejora nuestra salud en general, pues la salud es en síntesis un estado de equilibrio funcional del cuerpo, las emociones, la mente y el Ser Interno.
Los estudios sobre los efectos de la meditación indican que ayuda a aliviar dolencias como la migraña, insomnio, síndrome del intestino irritable, síndrome premenstrual, estrés, ansiedad, depresión, desajustes de la presión arterial, ayuda a equilibrar los ritmos cardíaco y respiratorio, etc. Los estudios también indican que la meditación ayuda a aumentar la satisfacción y el rendimiento laboral. Muchos médicos recomiendan la meditación y técnicas de relajación a sus pacientes.
La meditación también nos ayuda a restablecer el equilibrio entre el hemisferio derecho e izquierdo del cerebro. Se sabe que cuando pensamos y hay mucha actividad mental el cerebro emite ondas beta y cuando sentimos o conectamos con el corazón el cerebro emite ondas alfa. Cuando vivimos el presente estamos en estado alfa, mientras que cuando pensamos por pensar, ya sea en el pasado o en el futuro, estamos en estado beta.
Actualmente la meditación ha dejado de ser un asunto reservado a místicos, yoguis o filósofos. No es necesario ser religioso o tener mucho tiempo para meditar, todos podemos hacerlo sin importar la edad o la ocupación. Con la meditación podemos superar el estrés, conocernos más y mejor o simplemente sentirnos mejor.
La meditación es más que una simple relajación, pero la relajación de la mente y del cuerpo es el primer paso de la meditación. Durante el proceso de la relajación la mente puede divagar, pero en la meditación la mente está alerta y concentrada. La meditación reduce la dispersión de la mente y nos ayuda a tomar conciencia del objeto de nuestra meditación, experimentándolo tal y como es en realidad.
Existen muchas formas de meditar, pero todas empiezan con una fase de relajación y luego viene la concentración en un objeto, imagen o sonido, sea interno o externo. Cada vez que la mente se extravía, es reconducida de manera delicada, pero firme, al objeto de la meditación. La mente dispersa acostumbrada a divagar puede ser superada con la práctica de la meditación, la meditación cultiva la atención por excelencia. Cuando logramos meditar la meditación convierte en una práctica que nos trae muchos beneficios y satisfacciones.
Algunas formas de meditación buscan la concentración en un objeto, otras buscan expandir los sentidos o nuestras facultades internas, otras buscan la contemplación de un concepto, cualidad o virtud superior, mientras que otras utilizan cantos, mantras, etc.
La imaginación y la visualización desempeñan un papel muy importante tanto en la vida como en la meditación, pues la mente no distingue entre las cosas reales y las cosas que imagina. Imaginar y visualizar un cuerpo saludable o en proceso de curación produce cambios y mejoras en nuestro organismo, curando algunas dolencias o simplemente manteniendo nuestro estado de salud, armonía y bienestar.
Además de los beneficios de la meditación sobre la salud física y emocional, a través de la meditación, por el desarrollo de la atención y agudeza de los sentidos, podemos comprender y mejorar nuestras relacione con los demás. La práctica regular de la meditación nos ayuda a aumentar la confianza en nosotros mismos y la autoestima, superar el sufrimiento del pasado y disfrutar de la vida presente, en la familia, en el trabajo como en la vida social. Con la meditación podemos superar los miedos, las dudas, la desconfianza, la autocrítica destructiva y guiarnos por voz de nuestro Ser Interno o Guía Interior.
No esperes a sentirse enfermo para aprender a cultivar tu salud; todos los días hay que afirmar la salud. Si sientes que ya está enfermo existe la posibilidad de recuperar la salud de una manera natural. Sea para cultivar o recuperar la salud es necesario conocer mejor cómo funciona nuestro cuerpo, llevar una dieta adecuada, mantenernos activos, descansar lo necesario, llevar una vida relajada, pensar y sentir bien, manejar correctamente nuestras emociones, entre otros. (Esta nota está en construcción, puede ser cambiada, corregida y aumentada) ¡El Creador Supremo Dios te de Salud, Armonía y Bienestar!
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